Descomposición de un cadáver en un nicho
Una fuente de preocupación para muchas personas es el proceso de descomposición de un cuerpo humano una vez enterrado en una tumba o nicho.
Muchos suponen que el cuerpo se descompone rápidamente, sin embargo, la práctica y las pruebas científicas han demostrado que no es necesariamente así.
Vamos a explicar los pasos de la descomposición de un cadáver y las condiciones que requiere cada fase es esencial para comprender mejor este proceso.
¿Qué es un nicho?
Un nicho es un compartimento o lugar de descanso similar a una tumba. Se encuentran habitualmente en los cementerios y suelen consistir en una estructura en forma de caja que alberga los restos de una o varias personas.
Los nichos suelen tener lápidas de mármol, granito o cualquier otro tipo de material resistente. A diferencia de los enterramientos tradicionales, los nichos no se encuentran en el suelo, si no en la pared, y solo tienen capacidad para un ataúd.
¿Cuáles son las causas de la descomposición de un cadáver?
Un factor que contribuye a la descomposición de un cadáver es el efecto de las enzimas, bacterias, hongos y otros microorganismos presentes en el cuerpo humano, que al fallecer, ya no tiene defensas ante ellos.
Tras la muerte de una persona, estos microorganismos empiezan a colonizar su superficie y descomponen gradualmente la materia orgánica que contiene.
En menor medida, la acción de insectos y animales que se alimentan del cuerpo también puede producir un efecto.
Además, factores ambientales como la humedad, la temperatura y la calidad del suelo tienen un impacto directo en el proceso de descomposición.
Las etapas de la descomposición de un cadáver
En general, las etapas de la descomposición de un cadáver pueden dividirse en cuatro categorías:
Es la fase inmediatamente posterior a la muerte. Durante esta fase, se produce un agotamiento de nutrientes en el cadáver y las células se descomponen por falta de energía.
Este proceso puede durar hasta 15 días, dependiendo de las condiciones climáticas.
Se trata de la descomposición de las proteínas de los tejidos del cuerpo causada por el exceso de actividad microbiana de bacterias y hongos.
Esta fase suele durar hasta 4 o 6 semanas y puede caracterizarse por un olor fétido.
En esta fase, comienzan a salir manchas verdosas porque el acido sulfhídrico se combina con la hemoglobina.
Esta fase suele durar de 24 a 36 horas y en una semana cubre todo el cuerpo.
Fase en la que se licuan el cuerpo y los tejidos. Los órganos internos sufren el reblandecimiento.
Al liquido generado por esta fase se le conoce como putrílago y se acumula normalmente en los canales vertebrales. Suele aplastarse el tórax, quedando los huesos libres de carne.
Cuando los tejidos blandos desaparecen, los huesos quedan al descubierto. Esto puede durar hasta 6 meses y depende de la humedad, la temperatura y el suelo en el que descanse el cadáver. En un nicho, esta etapa puede durar hasta 1 año.
Esta fase suele durar de 4 a 6 semanas y puede caracterizarse por un olor fétido.
Durante esta etapa, los restos del difunto se reducen a polvo y acaban por absorberse en el suelo si el entorno lo permite.
Dependiendo de las condiciones ambientales y de la composición del suelo, este proceso puede durar varios años.
Donde no hay humedad y existen altas temperaturas, puede producirse la momificación del cuerpo. Tornando un color gris oscuro o amarillento, la piel se seca y adelgaza hasta el tamaño de los huesos.
El cuerpo adquiere una rigidez y coge una textura leñosa.
Fase en la que se transforma la grasa subcutánea del cadaver a un estado jabonoso debido a unas circunstancias de humedad constante.
Aparece sobre los 6 meses de la muerte y se completa tras el año y medio.
Desecación de los tejidos, dando la sensación de dureza y dando la sensación de que la piel fuese como el cuero. Se produce por la desecación de los tejidos y desprende un olor a éter.
Ocurre entre el final del primer año desde el fallecimiento y el principio del segundo.
Cómo funciona el proceso natural de descomposición del cadáver
La putrefacción y sus fases
La putrefacción es el proceso natural que ocurre después de la muerte, mediante el cual los tejidos del cuerpo comienzan a descomponerse.
En el cuerpo humano, hay una gran cantidad de bacterias y microorganismos encargados de la descomposición. Estas bacterias necesitan oxígeno para sobrevivir, por lo que el primer paso de la putrefacción es la eliminación del oxígeno de los tejidos del cuerpo.
El resultado de este proceso es la aparición de los primeros signos de descomposición, como la palidez y la irritación de la piel.
A partir de ahí, las bacterias comienzan a descomponer los tejidos blandos del cuerpo, como los órganos internos, los músculos y los tejidos grasos.
Durante este proceso, se produce una gran cantidad de gases, lo que provoca la hinchazón del cuerpo y la apariencia característica de un cadáver en avanzado estado de descomposición.
Las fases de la putrefacción incluyen la fase de inflamación, la fase de hinchazón, la fase de descomposición gaseosa y la fase de descomposición líquida.
Otros procesos naturales que pueden evitar la putrefacción
Aunque la putrefacción es el proceso natural más común después de la muerte, existen algunos procesos naturales que pueden impedir o retrasar la descomposición del cuerpo.
Por ejemplo, en ambientes secos o fríos, la descomposición se puede ralentizar significativamente.
Además, si una persona muere de alguna enfermedad como el cáncer, las células del cáncer pueden ser tan activas que pueden evitar que los microorganismos comiencen a descomponer el cuerpo antes de que se haya producido la muerte.
Qué sucede con los diferentes órganos del cuerpo durante la descomposición
Durante la descomposición, los diferentes órganos del cuerpo se descomponen de manera diferente.
Por ejemplo, los órganos internos son los primeros en ser descompuestos, ya que son los más ricos en bacterias. Los músculos son los siguientes, seguidos por los tejidos grasos y finalmente la piel.
Cada uno de estos tipos de tejidos produce diferentes sustancias químicas durante el proceso de descomposición, lo que a su vez puede afectar a la velocidad y la apariencia de la descomposición del resto del cuerpo.
¿Por qué algunos cuerpos no se descomponen?
Casos de cuerpos incorruptos encontrados en diferentes partes del mundo
Existen varios casos reportados de cuerpos que, a pesar del paso del tiempo y las condiciones a las que han sido expuestos, no se han descompuesto de manera convencional.
Aunque estos casos son raros, su estudio proporciona información importante sobre los procesos de descomposición y cómo pueden ser alterados.
- El cuerpo de Santa Bernadette de Lourdes en Francia
- El cuerpo de San Vicente Ferrer en España
- El cuerpo de San Zita en Italia
- El cuerpo de San Francisco Javier en España
¿Qué procesos provocan que algunos cuerpos no se descompongan?
Existen varios procesos naturales que pueden impedir la descomposición de los cuerpos, tales como la momificación natural debido a las condiciones en las que se ha encontrado el cuerpo, la falta de humedad y la temperatura y acidez del ambiente en el que se encuentra el cuerpo.
En algunos casos, también se ha dado una combinación de factores que han actuado en el cuerpo para evitar la descomposición.
Algunos expertos afirman que la estabilidad emocional y espiritual de la persona antes de su muerte puede tener un impacto en cómo se lleva a cabo el proceso de descomposición del cuerpo.
Además de factores externos, tales como la temperatura, la humedad y el pH, algunos procesos internos del cuerpo también pueden influir en la descomposición.
Conclusión
La descomposición de un cadáver en un nicho requiere mucho conocimiento y comprensión de las condiciones requeridas en cada etapa de descomposición.
Es importante tener en cuenta que los factores ambientales desempeñan un papel importante en este proceso y que las condiciones de un nicho son muy distintas de las de un enterramiento tradicional.
Con este conocimiento, se puede comprender mejor cómo se descompone un cadáver y cuánto puede durar el proceso.
Desde hace 25 años me he dedicado a acompañar a aquellas familias en sus momentos más difíciles. Como funerario profesional, mi corazón se llena de satisfacción al ayudar a los afligidos a despedir a sus seres amados de manera solemne y con dignidad. Me entusiasma poder ayudar a la gente a trabajar a través del proceso de luto, honrando la memoria de los fallecidos y apoyando a sus seres queridos. Estoy muy orgulloso de mi trabajo y me motiva el hecho de que la familia y los amigos puedan recordar la vida de la persona fallecida con el mayor respeto y afecto.
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