Cuánto se tarda en llevar a un difunto al tanatorio
Cuando fallece un ser querido, lo último que quiere cualquiera es esperar a que transporten el cuerpo a la funeraria más cercana para el funeral y el entierro. Afortunadamente, en la mayoría de los casos, es posible transportar al difunto de forma rápida y eficaz con la ayuda de un profesional cualificado. En este artículo, exploraremos los plazos del traslado de un difunto al tanatorio y lo que hay que esperar en el camino.
El traslado depende de la ubicación
El tiempo que se tarda en trasladar al difunto al tanatorio depende del lugar del fallecimiento y de la ubicación del cementerio. Transportar el cadáver desde un hospital u hospicio a una funeraria no suele llevar más de unas horas. Si el fallecido no se encontraba cerca, sino lejos, puede llevar algo más de tiempo. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el cuerpo puede transportarse al tanatorio en las 48-72 horas siguientes al fallecimiento.
Preparación del cuerpo para el transporte
Antes de transportar el cuerpo al tanatorio, hay que prepararlo adecuadamente para que circule con seguridad. Esto incluye asegurarse de que el cuerpo esté vestido adecuadamente, que todos los objetos personales estén empaquetados para el transporte y que el ataúd esté bien sellado. La funeraria también se encargará de todo el papeleo necesario y se asegurará de que el cuerpo se coloque en una zona refrigerada para el viaje.
Transporte del cuerpo al tanatorio
Una vez realizados todos los preparativos necesarios, la funeraria transportará el cuerpo al tanatorio. En el transporte suele intervenir una ambulancia o un coche fúnebre para garantizar que el cuerpo se traslada de forma segura y protegida. Dependiendo de la distancia, el cuerpo puede trasladarse en un solo vehículo o en varios. La funeraria suele dar una bendición antes del traslado del cuerpo, que es opcional según los deseos de la familia.
Funeral y entierro
El cuerpo suele transportarse al tanatorio en las 48-72 horas siguientes al fallecimiento, pero los funerales y entierros no suelen celebrarse hasta 48 horas después del fallecimiento. Esto se hace para que el cuerpo esté preparado adecuadamente para el entierro y para dar tiempo a la familia a organizar el funeral. El tanatorio puede prestar una serie de servicios para facilitar el funeral y el entierro, como embalsamamiento, incineración y otros servicios diversos.
Conclusión
El traslado de un difunto al tanatorio depende del lugar del fallecimiento y de la ubicación del cementerio. Los entierros o inhumaciones suelen tener lugar entre 48 y 72 horas después del fallecimiento. El tanatorio presta servicios para preparar el cuerpo para el entierro y para el transporte al cementerio. Los funerales y entierros suelen tener lugar 48 horas después del fallecimiento, para permitir una preparación adecuada y dar tiempo a la familia a hacer los preparativos para el servicio.
Desde hace 25 años me he dedicado a acompañar a aquellas familias en sus momentos más difíciles. Como funerario profesional, mi corazón se llena de satisfacción al ayudar a los afligidos a despedir a sus seres amados de manera solemne y con dignidad. Me entusiasma poder ayudar a la gente a trabajar a través del proceso de luto, honrando la memoria de los fallecidos y apoyando a sus seres queridos. Estoy muy orgulloso de mi trabajo y me motiva el hecho de que la familia y los amigos puedan recordar la vida de la persona fallecida con el mayor respeto y afecto.
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